Activismo y denuncia social, Tema

¿No que no había selva?

​​Increíblemente CHEMUYIL significa “árbol que florece”.

Chemuyil se preserva como un área virgen, con grandes árboles de ceiba, de chicle, de ramón, de chicozapote y cacao, entre muchos otros, y en ella coexisten setenta especies de fauna, de las cuales, veintisiete están amenazadas, en peligro de extinción o sujetas a protección por las leyes mexicanas.

 Perdón, ¿comenté arriba “se preserva”?, creo que ya no.

Tuve la oportunidad de platicar con dos guías de una cooperativa llamada “BEJIL-HA”. Una Sociedad Cooperativa conformada por un grupo de jóvenes de la comunidad, quienes a través recorridos ecoturísticos buscan concientizar a los visitantes y a su localidad de la gran importancia que tiene el cuidado de los cenotes y cuevas inundadas que existen en Quintana Roo.

Cristian y Fernando me comentaron que no sabían nada del Tren Maya. Que nunca llegó alguien del gobierno a informar, preguntar, investigar. Que supieron que alguna vez hubo “alguien” por ahí, pero nada formal ya que todos trabajan y aparentemente las personas del gobierno llegaron nada más para hacer parecer que “cumplieron” con la formalidad, cuando no había gente disponible para atenderlos.

Después de eso, de un día para otro se toparon con ocho máquinas devastando SU selva, junto a SUS cenotes de los cuáles viven.

Paradójicamente Bejil- Ha es de las muy pocas iniciativas que son orgánicamente auténticas y enfocadas a generar empleo, ingresos y consciencia de forma sustentable. Y se trata de que jóvenes de la zona se llevan a turistas en bicicleta a conocer cenotes que no están en el catálogo de los “conocidos” de la zona, pero no por ello menos hermosos. Los turistas conocen lugares que no están llenas de gente, se les explica de la flora, fauna y conservación, y así mismo se puede vivir la experiencia de nadar, meditar y admirarlos estando inmersos en sus aguas.

Pero, HOY, las máquinas están a unos cuantos metros, llegaron de forma furtiva. A escondidas, sin avisar, casi clandestinamente y casi fortuitamente empezaron a trabajar a ambos lados del camino que comunica Chemuyil con otras comunidades a través de la selva.

¿Es justo poner en riesgo los proyectos productivos tan bien planeados como Bejil-Ha?

¿Es moralmente aceptable destruir la selva so pretexto del “desarrollo”?

Tenemos en Chemuyil un ejemplo comunitario de lo que sí se debe de hacer y un ejemplo “desarrollista” de lo que NO se debe de hacer.

En breve los testimonios de los guías Fernando y Cristian así como todo lo que vivimos en la zona con las máquinas.

Mientras tanto aquí está el video TESTIMONIAL de que sí hay selva y que se pierde hasta el horizonte cuando el gobierno no se ha cansado de repetir sofismas y mentiras.

“No se tirará un solo árbol”

“ Ya no hay selva”

“Son acahuales”

“No habrá Expropiaciones”

Escuchemos a los expertos. Conoce los hechos.

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Imágenes y video

Michel Duhart.

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