Antes de visualizar a las mantas, tuvimos la fortuna de vivir la increíble experiencia de quitar redes de pesca -ilegales- atoradas en arrecifes y barcos hundidos, al tiempo que liberamos algunos animales sobrevivientes.

No cabe duda que el ser humano sigue siendo dañino para muchos entornos aún cuando hablamos de lugares apartados que aparentemente no tienen actividad humana.

La forma más básica de entender entornos que no nos son familiares -como el medio acuático- es observar con apertura y atención. 

Te invitamos a disfrutar la segunda parte de esta Historia Nueva y de imágenes únicas que sucedieron en una travesía hacia lo desconocido, mientras apelamos un poco a la suerte de encontrar a las Mantas Gigantes.