Las netas del Tren Maya

¿Por qué se dice que en México no se pueden hacer bien las cosas? ¿Por qué tomé el cuestionamiento del proyecto del Tren Maya como una bandera personal?

Por algo muy sencillo, conozco bien la zona y he buceado en sus cuevas.

 Por lo tanto lo primero que pensé es que todo eso podría estar en riesgo, así que desde 2018 me puse a investigar el tema. Entrevisté expertos, leí documentos científicos y académicos, fui a la zona y platiqué con la gente.

Quiero aclarar que no me opongo al proyecto como tal, sino que me opongo a la forma en la que lo están haciendo; brincándose la ley por todos lados. Mientras uno en cualquier ciudad para abrir un pequeño negocio en un local comercial tiene que cumplir una serie de normas casi imposibles o al construir cualquier inmueble se tiene que sufrir hasta de la extorsión de sindicatos. No es posible que un proyecto de este calibre lo puedan cambiar, adecuar, manipular, adaptar o simular para que se construya por encima de cualquier norma.

No pertenezco a ningún partido. No me considero ni de izquierda ni de derecha. Simplemente me rijo por la ley, la ciencia y la academia. Las ideologías políticas son interpretaciones sin valor social real más que subjetividad pura.

Todo lo que he publicado en relación al Tren Maya no tiene que ver con mi opinión personal sino con hechos, datos, investigaciones y testimonios. No tiene que ver con lo que yo quiero, sino con lo que debería de ser de acuerdo a los expertos.

Los datos científicos y académicos son INCONTROVERTIBLES y si toca el caso de discutirlos es con datos y estudios. No con posiciones políticas.

El proyecto del Tren Maya está lleno de mentiras, sofismas, manipulaciones y sobre todo de un componente político que va totalmente en contra del interés público -nacional y mundial- y va en contra de las leyes, la ciencia y la academia.

El primer sofisma es decir que el Tren impulsará el desarrollo de la Península de Yucatán, lo cuál es mentira porque se asume que este fuera el único camino para hacerlo, además de que DESARROLLO no significa DESTRUCCIÓN.

Datos clave para cuestionar el sofisma anterior:

1) No existe demanda de transporte en algunas de las zonas mencionadas, tan es así que no hay ni corridas de autobús variadas.

2) Suponiendo que el tren desarrollará la Península, la respuesta es completamente parcial. Beneficiará a empresas, consorcios inmobiliarios, fraccionadores de la tierra, hoteleros. La población local tendrá la misma oportunidad que tiene actualmente de ser ayudantes, chalanes, meseros, mucamas y otros empleos mal pagados y poco valorados.

3) Si quisieran desarrollar la zona lo primero sería poner universidades de calidad para que la gente pueda acceder a mejor educación y obtener puestos más importantes y mejor redituados y no siempre ser utilizados como carne de cañón y como mano de obra barata para los empresarios “colonizadores”. En esto, el mejor ejemplo es TULÚM que está en manos de puros extranjeros.

4) Desarrollo no es destrucción. El proyecto del TREN podría ser viable si se cumplieran los estudios de impacto, mitigación y desarrollo social al 100%, pero no hay estudios publicados y los que existen son parciales e incompletos. ¿Por qué no hacer bien las cosas en México?

5) El problema sustancial no es el Tren ni los árboles talados o las cuevas dañadas y rellenadas. El problema principal es el fraccionamiento de la selva y gentrificación que traerá el Tren donde hordas de empresarios y políticos corruptos se afilan los bigotes para comprar Metros Cuadrados de tierra en centavos que posteriormente venderán en miles de dólares.

6) Estudios de diversas universidades e instituciones científicas y académicas dictaminan el daño al entorno con documentación y datos SERIOS, no con opiniones. ¿Por qué el gobierno los descalifica?

7) El riesgo no son unos arbolitos ni un río contaminado o un lago seco estamos hablando de: 1) LA PRINCIPAL FUENTE DE AGUA DULCE DEL PAÍS, 2) LA SEGUNDA SELVA MÁS IMPORTANTE DEL CONTINENTE. ¿No valdría la pena hacer un proyecto más inclusivo con todos los sectores académicos, científicos, sociales, legales y mediáticos sumados para un fin completamente sustentable y redituable?

8) No hay documentos serios donde se defina cómo se va a apoyar a la población local, cuánto costarán los boletos del tren, cómo serán las corridas, cómo se dará mantenimiento. Hasta el día de hoy, el TREN está “platicado” como un sistema motriz a base de motores  diésel o híbrido (diésel al final de todas formas). Lo que significa que se tiene que tener plantas de almacenamiento. ¿Qué pasa si hay derrames, descarrilamientos, incendios? (todo eso tendrían que estar en los estudios de impacto y documentos anexos).

9) Históricamente se ha demostrado que a MENOR naturaleza mayor pobreza. Y precisamente los MAYAS sucumbieron al llevar al límite los recursos en su época.

10)  Se pone en riesgo el sistema de ríos subterráneos más importante DEL MUNDO, que contiene parte de la historia de la humanidad.

11) Poner un Tren sobre suelo Kárstico implica riesgo de colapso y la única forma de mitigar el riesgo en zonas cavernosas es RELLENANDO.

 Y así me puedo seguir…..

¿Por qué no hacer un alto en el camino y hacer las cosas bien?

México tiene científicos e ingenieros de primer nivel por lo que la discusión puede ser a la altura pero se ha llevado a un grado paupérrimo.

La planeación no existe en este proyecto. Tal es el caso que todo un tramo que cruzaría Puerto Morelos y Playa del Carmen fue fallido. ¿Por qué? ¿No sabían que había cuevas? ¿No sabían que el suelo es Kárstico? Hay de dos: sí sabían y les valió, o no sabían y la naturaleza se los enseñó.

La cosa es que mil millones de pesos después se tuvieron que retractar con un desfalco público que nadie pagará penalmente pero donde los contribuyentes sí pagaremos con nuestro trabajo.

La falta de planeación tiene un nombre muy específico: CORRUPCIÓN.

En cualquier otra obra de gobierno habría repercusiones, gente indiciada, empresas bloqueadas para trabajar en el sector público y sanciones, pero en el proyecto del Tren Maya no hay consecuencias y todo es permitido, así sea a costa del patrimonio de la humanidad.

Si no defendemos -con argumentos- al rato tendremos el efecto TULÚM / XCARET en las pocas zonas naturales que quedan desde la creación del planeta.

Créanme, las maravillas del “desarrollo” basadas en los sofismas alrededor del proyecto no serán para el disfrute de los mexicanos y menos los locales.

Por todo esto y más:

#NoAlTrenMaya.

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Imagen entrevistas: unsplash / @ antoinebeauvillain, drewfarwell.